Vida
Antonio Buero Vallejo nació en
Guadalajara, en 1916. Su padre, Francisco, era un militar gaditano que enseñaba
Cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara; su madre, María Cruz, era
de Taracena (Guadalajara). Su hermano mayor Francisco nació en 1911 y su
hermana pequeña Carmen en 1926.
Toda su infancia la pasó en La
Alcarria, salvo dos años (1927-1928) que vivió en Larache (Marruecos), donde
había sido destinado su padre. Se aficionó a la lectura en la gran biblioteca
paterna y también a la música y a la pintura: desde los cuatro años dibujó
incansablemente. Su padre lo llevaba habitualmente al teatro y a los nueve años
ya dirigía representaciones en un teatrillo de juguete.
Estudió Bachillerato en
Guadalajara (1926-1933) y se despertó su interés por las cuestiones
filosóficas, científicas y sociales. En 1932 recibió un premio literario para
alumnos de enseñanzas medias y Magisterio por la narración El único hombre, que
no se editó hasta 2001. Comenzó a escribir unas Confesiones que luego destruyó.
En 1934, la familia se mudó a Madrid, donde ingresó en la Escuela de Bellas
Artes de San Fernando, alternando las clases con su asistencia al teatro y la
lectura. No militó en ningún partido, pero se sentía afín al marxismo.
Al comenzar la Guerra Civil quiso
alistarse como voluntario, pero su padre se lo impidió. Este, militar, fue
detenido y fusilado el 7 de diciembre de 1936. En 1937 fue llamado a filas y se
incorporó a un batallón de infantería, colaborando con dibujos y escritos en La
Voz de la Sanidad y en otras actividades culturales. En Benicasim conoció a
Miguel Hernández.
Al finalizar la guerra, Buero se
encontraba en la Jefatura de Sanidad de Valencia, donde se le recluyó unos
días. Pasó un mes en el campo de concentración de Soneja (Castellón) y
finalmente le dejaron volver a su lugar de residencia con orden de presentarse
a las autoridades, orden que no cumplió. Comenzó a trabajar en la
reorganización del Partido Comunista, al cual se había afiliado durante la
contienda y de cuya militancia se fue alejando años después.
Fue detenido en mayo o junio de
1939 y condenado a muerte con otros compañeros por «adhesión a la rebelión».
Tras ocho meses, se le conmutó la pena por otra de treinta años. Pasó por
diversas cárceles: en la de Conde de Toreno permaneció año y medio. Allí dibujó
un famoso retrato de Miguel Hernández ampliamente reproducido -cuyo original
conservan los herederos de Miguel Hernández- y ayudó en un intento de fuga que
le inspiró más tarde ciertos aspectos de La Fundación. En la de Yeserías apenas
estuvo mes y medio, unos tres años en El Dueso y otro más en la prisión de
Santa Rita. Escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros,
entablando muy buenas amistades con algunos de ellos y manteniendo contacto
tras su salida de prisión. Salió del penal de Ocaña en libertad condicional,
aunque desterrado de Madrid, a principios de marzo de 1946. Fijó su residencia
en Carabanchel Bajo y se hizo socio del Ateneo; publica dibujos en revistas,
pero ya le atrae más la escritura narrativa y, finalmente, la dramática.
Su primer drama lo escribió sobre
la ceguera, En la ardiente oscuridad, en una semana del mes de agosto de 1946,
e Historia despiadada y Otro juicio de Salomón en 1948 (obras que después
destruyó y no se han conservado). Entre 1947 y 1948 escribió Historia de una
escalera, inicialmente llamada La escalera. Se presentó al premio Lope de Vega,
que ganó con Historia de una escalera, cuyo estreno en octubre de 1949 tuvo tal
éxito que lo consagró para siempre entre crítica y público. Ese mismo año ganó
también el premio de la Asociación de amigos de los Quintero con la pieza en un
acto: Las palabras en la arena. Publicó y estrenó de forma constante en Madrid
e Historia de una escalera fue llevada al cine por Ignacio F. Iquino.
En los 50 estrenó La tejedora de
sueños, La señal que se espera, Casi un cuento de hadas, Madrugada, Irene, o el
tesoro, Hoy es fiesta y su primer drama histórico, Un soñador para un pueblo.
Empezaron a representarse sus obras en el extranjero, como Historia de una
escalera en México (marzo de 1950) y En la ardiente oscuridad en Santa Bárbara,
California (diciembre de 1952).
En 1954 se prohibió el estreno de
Aventura en lo gris. Al año siguiente apareció en el diario Informaciones «Don
Homobono», irónico artículo contra la censura. También se prohibió la
representación de El puente, de Carlos Gorostiza, cuya versión había realizado
Buero. Escribió Una extraña armonía, que no llegó a estrenarse ni se publicó
hasta su Obra Completa. En el número de
la revista Primer Acto apareció el artículo «El teatro de Buero Vallejo visto
por Buero Vallejo». Se publicó su ensayo sobre «La tragedia». En 1959 se casó
con la actriz Victoria Rodríguez, con la que tuvo dos hijos: Carlos, que nació
al año siguiente, y Enrique, nacido en 1961.
En los 60 consiguió estrenar
parte de sus piezas a pesar de la censura: El concierto de San Ovidio, Aventura
en lo gris, El tragaluz y sus versiones de Hamlet, príncipe de Dinamarca, de
Shakespeare y Madre Coraje y sus hijos, de Bertolt Brecht. Dirigida por José
Tamayo Rivas, estrenó Las Meninas, que fue su mayor éxito desde Historia de una
escalera. Tuvo lugar entonces la polémica entre el teatro del posibilismo y el
del imposibilismo que mantuvo con Alfonso Sastre en las páginas de Primer acto.
En este año publicó «Un poema y un recuerdo», temprano artículo sobre Miguel
Hernández. En 1963 se le propuso su incorporación al Consejo Superior de
Teatro, pero Buero renunció a ello.
Firmó junto con otros cien
intelectuales, encabezados por José Bergamín, una carta dirigida al ministro de
Información y Turismo solicitando explicaciones sobre el trato dado por la
policía a algunos mineros asturianos, lo que le acarreó el distanciamiento de
editores y empresas. En 1964 la censura prohibió La doble historia del doctor
Valmy, un alegato contra la tortura, que permaneció sin representarse en España
hasta 1976, pasada la dictadura. No volvió a estrenar hasta 1967, en el teatro
Bellas Artes y bajo la dirección de José Tamayo, El tragaluz, la primera obra
de teatro bajo el franquismo en la que se hacía una referencia directa a la
Guerra Civil, y que obtuvo un enorme éxito. Simultáneamente, se reestrenó por
primera vez Historia de una escalera (que volvería a las tablas en un montaje
del Centro Dramático Nacional en 2003).
Fue nombrado miembro de número de
la Real Academia Española en 1971, ocupando el sillón X, y galardonado con el
Premio Cervantes en 1986 y el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1996.
Antonio Buero Vallejo falleció en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, a causa
de una parada cardiorrespiratoria, el 29 de abril de 2000, a los 83 años de
edad.
Obra
- Historia de una escalera (1949)
- Las palabras en la arena (1949)
- En la ardiente oscuridad (1950)
- La tejedora de sueños (1952)
- La señal que se espera (1952)
- Casi un cuento de hadas (1953)
- Madrugada (1953)
- Irene, o el tesoro (1954)
- Hoy es fiesta (1955)
- Las cartas boca abajo (1957)
- Un soñador para un pueblo (1958)
- Las Meninas (1960)
- El concierto de San Ovidio (1962)
- Aventura en lo gris (1963)
- El tragaluz (1967)
- La doble historia del doctor Valmy (1968)
- El sueño de la razón (1970)
- Llegada de los dioses (1971)
- La Fundación (1974)
- La detonación (1977)
- Jueces en la noche (1979)
- Caimán (1981)
- Diálogo secreto (1984)
- Lázaro en el laberinto (1986)
- Música cercana (1989)
- Las trampas del azar (1994)
- Misión al pueblo desierto (1999)
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